ENEAGRAMA DE ISCHIAZO
LOS NUEVE RASGOS
Según el sistema del
Eneagrama existen nueve tipos de personalidad humana o nueve rasgos
característicos. Lo que se intenta no es salir de nuestro rasgo principal sino
observarlo para combatir la automatización de nuestras vidas.
1. LA IRA. El
Perfeccionista-Resentido
El tipo
"uno" es la ira o la cólera, entendida en todas sus variantes y
matices: irritación, frustración, insatisfacción, resentimiento, impaciencia,
desdén, intolerancia, rencor.
El elevado rigor ético
y de comportamiento del 1 con las exigentes expectativas que abriga respecto de
sí mismo y de los demás, le hace percibir enseguida y sufrir la diferencia
existente entre el ideal y la realidad. A pesar de todos sus esfuerzos y de su
incansable trabajo, la realidad y las relaciones siguen
siendo muy imperfectas
y dejan mucho que desear. El 1 aprieta los dientes para disimular su
insatisfacción y enmascarar su ira, que le produce malestar y disgusto, porque
le hace dar una imagen demasiado humana e imperfecta de sí. Está convencido de
que las personas educadas no tienen que airarse jamás y su insatisfacción se
manifiesta y se somatiza en la tensión de su rostro y en el tono de su voz. El
1 es una olla a presión, cuya rabia contenida y controlada, puede manifestarse
bajo diversas formas, tales como:
- La superioridad: La
irritación ante las limitaciones de los demás puede traducirse en actitudes de
superioridad profesional, estética, intelectual, de comportamiento.
- La critica:
constante inclinación a detectar instintivamente los errores y los aspectos
negativos de las personas, así como a puntualizar sistemáticamente las cosas
que no funcionan, tanto dentro de fuera.
- El perfeccionismo:
excesiva preocupación por los detalles, debida a su obediencia a normas y
autoridades abstractas, a su obediencia a normas y autoridades abstractas, a su
obsesión por la mediocridad y a su impaciencia consigo mismo y con los demás.
- el moralismo:
tendencia a imponer los propios criterios y juicios, adoptando un tono de
sermón y de reprimenda en relación con los comportamientos considerados
erróneos, el moralismo degenera a menudo en actitudes de culpa.
- El supercontrol: la
tendencia a la rigidez y a la falta de espontaneidad. La tensión provocada
puede dificultar la distensión, perturbar el sueño, complicar la digestión y
originar ulceras, gastritis, etc.
Crítico de sí
mismo y de los demás. Convencido de que existe una sola forma correcta. Se
siente éticamente superior. Con frecuencia utiliza palabras como
"debo" o "tengo que". Los unos evolucionados pueden ser
héroes morales con excelente capacidad crítica. Los Uno fueron niños buenos,
aprendieron a
portarse bien, a ser
responsables y a hacer lo correcto. Aprendieron a controlarse con severidad.
Trabajadores rectos
independientes y perfectos. perfeccionismo. Están en contra de las cosas como
están. Ellos creen que luchan por mejorar algo. Parecen personas muy justas y
de gran moralidad. Muy poca aceptación del otro. Intentan acomodar a su pareja
a sus expectativas. Son amas de casa "perfectas y pulcras".Puritanos:
son más papistas que el Papa. Tienen voz firme y pronunciado mentón, la voz muy
firme. Corrigen lo que está mal, se fijan en la mancha, no en el traje. Se
dedican a causas benéficas Exigentes y estrictos. Exigen respeto. Piden
JUSTICIA. Miedo a dejarse llevar, a la pasión. Aristócratas ordenados y
limpios. La palabra ese CONTROL. Es una no aceptación de la naturaleza. Es
realista, convicciones fuertes, prejuicioso y rígido. El deber está por encima
del placer. Interés por los reglamentos,
por las normas. Tienen
la compulsión de decir "cómo debería de hacerse". Echan mano de la
razón, abogacía innata.
2. EL ORGULLO. El que
da
El pecado original de
los 2 es el orgullo, que en la tradición cristiana ha sido considerado a menudo
como el mas grave de todos los pecados. El 2 cree estar animado en su servicio
por los mas altos motivos y hacerlo todo sin segundas intenciones. En la práctica,
le resulta bastante difícil observarse a sí mismo interiormente y percibir su
subjetivismo. El aparente altruismo de esta personalidad es la manera legitima
que tiene de vivir su propio egoísmo. En cierto sentido el 2 está convencido de
no tener necesidad de los demás y de que los demás en cambio si tienen
necesidad de el; está convencido de que él no necesita a Dios, sino que Dios
tiene necesidad de su ayuda para salvar al mundo. El orgullo, que impide la
capacidad de introspección y la aceptación global, no parcial de la verdad,
puede manifestarse de diversas maneras:
-La hipervaloración:
tendencia a sobrevalorar los propios méritos y a creer que puede afrontarse
cualquier problema contando con las propias capacidades para administrar las
crisis y acudir en auxilio del prójimo.
El 2 tiene una gran
necesidad de sentirse necesario y/o indispensable en la vida de los demás.
- La hipersensibilidad
emotiva: excesiva sensibilidad y ansiedad frente a las criticas o los indicios
de ser rechazado. Cuando se siente herido, el 2 se cierra en sí mismo y se hace
agresivo. De vez en cuando aparece la envidia como expresión de su necesidad de
mantener dependientes a las personas de su entorno.
-El hedonismo:
búsqueda del placer y de toda clase de gratificaciones, incluidas las
culinarias, para compensar la falta de afecto y de ternura.
-La seducción: empleo
de técnicas, verbales o no para atraer sobre sí la atención de las personas que
despiertan su interés o admiración.
-La proyección: método
recurrente de atribuir a los demás los propios sentimientos y necesidades, como
justificación para honrarles mediante el propio servicio y disponibilidad.
Exige aprobación y
afecto. Busca ser amado y apreciado volviéndose indispensable para otra
persona.
Entregado a satisfacer
las necesidades de los demás. Manipulador.
Los dos evolucionados
son personas genuinamente consideradas y solícitas.
Los Dos poseen una
tremenda necesidad de afecto y aprobación. "¿Les pareceré simpático?"
Desean ser amados, protegidos y sentirse importantes en la vida de los demás.
Durante su infancia estas personas obtuvieron amor y seguridad complaciendo las
necesidades de los demás. Por ello son muy intuitivos para captar la necesidad
ajena.
La persona orgullosa
se siente tan maravillosa que no necesita exhibirse, pero su máxima necesidad
es la atención para lo cual seduce: a cada uno le da lo que quiere. Promete más
de lo que cumple. Le atraen las emociones y las caricias, necesita gente para
abrazar y contactar. Es un dar para recibir un estar en el otro para que le
hagan caso. Como princesas. Es una niña buena pero puede resultar fatal. Seduce
con total inocencia "Ya sé que soy maravillosa, pero no lo hago
queriendo".
3. LA VANIDAD. El
organizador. Falsificación
El engaño o la mentira
es el pecado capital del 3, una personalidad que busca el éxito en todo cuanto
hace para lo cual trata de embellecer y manipular la realidad. El 3 recurre a
un montón de trucos para enmascarar la verdad o para vender sus propias ideas o
productos. Es un maestro del arte de la manipulación que emplea en lugar de la
honestidad, porque esta convencido de que las mentiras son un modo de
transmitir la verdad, pues considera que es verdadero todo lo que funciona.
La tendencia al
engaño, mas o menos evidente, puede manifestarse de las siguientes formas:
- La orientación al
éxito: el 3 es instintivo y competitivo por naturaleza y no le interesan mas
que los resultados. Sabe imprimir enseguida la marcha adecuada para avanzar
tanto en el campo profesional como en el de las relaciones.
- El arte de la
manipulación: se expresa en su instintiva habilidad para suscitar la admiración
y el favor de los demás y para exponer sus proyectos de manera convincente a la
hora de conseguir todo tipo de apoyos.
- El pragmatismo: su
filosofía de la vida está orientada a la acción, a posiciones y estrategias
concretas.
Para el 3 es verdadero
lo que es practico y no existen verdades objetivas.
- La atracción sexual:
esta personalidad se sirve de sus especiales aptitudes sociales y comunicativas
para despertar la atención y ganarse las simpatías, convencido de que toda
conquista afectiva es un nuevo éxito.
- La ambigüedad.
Tendencia a vivir de dos maneras diferentes: la mas visible es la orientada al
exterior y está hecha de apariencia, de imagen y de adaptación, la otra tiene
que ver con el mundo interior y es mas genuina, privada y protegida.
Busca ser querido por
su rendimiento y logros. Competitivo. Obsesionado con la imagen de triunfador y
con status comparativo. Maestro de las apariencias. Pueden aparentar ser más
productivos de lo que son en realidad. Confunden su ser real con la identidad
del trabajo. Lo tres evolucionados pueden ser líderes efectivos, buenos
presentadores, capitanes de los equipos vencedores.
Los Tres fueron niños
que recibían premios por sus logros y puesto que eran amados por sus logros
aprendieron a reprimir sus propias emociones y a adquirir el rasgo que les
garantizara el amor. La idea era esforzarse mucho para lograr el
reconocimiento, asumir posiciones de liderazgo y ganar, siendo muy importante
evitar el fracaso. Aparentan optimismo y bienestar, abandonando sus emociones y
trabajando para obtener recompensas externas. El trepador, el ejecutivo, la
"superwoman" que a todo llega.
Son muy activos y
evitan el tiempo libre si no les hace escalar u obtener buenos resultados. Su
autoestima depende de su rendimiento. Su vida familiar es de anuncio:
"Viajamos juntos, hablamos mucho con los chicos, jugamos a tenis".
Interpreta la imagen profesional requerida. Competitivos, pasión por el éxito.
Sienten que son sólo lo que aparentan, una mujer puede identificarse con su
bonita forma, su modo de vestir (su máscara). Muy perfecto pero alienado.
"No sé quien soy, pero lograré lo que me proponga", "Debo ser el
mejor para que me tengan en cuenta". Arrogantes, ambiciosos, entusiastas,
enérgicos, dominantes, tipo neutro, controlado, frío en las emociones, gestos
estudiados. Se encuentra mal en soledad, necesita ser admirada. No pierde las
formas, solo muestra su tristeza en la intimidad.
4. LA ENVIDIA. El
Romántico. La comparación
La envidia, el pecado
capital de los 4 es un sentimiento provocado por el deseo de tener lo que no
está al alcance de uno. Nace de percepción de la carencia de algo o de alguien.
Este sentimiento puede asumir una connotación sexual (el deseo de mantener
relaciones con alguna persona), social (la ambición de pertenecer a una clase
privilegiada o de desempeñar un papel importante), material (la codicia de
bienes físicos, casas, vestidos, alimentos...), intelectual (la atracción por
personas cultas, eruditas y estimulantes). La envidia puede manifestarse de las
siguientes maneras:
- La pobreza de la
imagen personal: La envidia parte de una insatisfacción por lo que se es o lo
que se tiene, el individuo tiene dificultad para aceptarse y reconciliarse
consigo mismo.
- La competición: el
miedo a encontrarse con alguien que podría resultar mas atractivo e interesante
que el lleva a l 4 a entablar una competición para no perder la
batalla. La pugna puede situarse en el campo de la imagen, del vestido, del
estilo de la vida, de las armas de seducción empleadas para conquistar la
atención de alguien.
- La intensidad
emotiva: para sentirse vivo y especial, el 4 busca todo cuanto es profundo,
hermoso y doloroso, y rechaza la rutina y la vulgaridad.
- El maridaje con el
sufrimiento: el sufrimiento es un aliado porque crea Intensidad de
sentimientos, riqueza de vida, sensibilidad exacerbada y mayor
profundidad en el encuentro con los demás. A veces el 4 se desposa con el
sufrimiento ensimismándose en el papel de victima o incomprendido.
-la búsqueda de
afecto: la superación del sentimiento de vacío, de soledad y de abandono se
produce mediante la Búsqueda de alguien que le ame de verdad, para conseguir
esa relación puede hacerse dependiente del otro.
Trágico, triste,
artístico, sensible, original; concentrado en el amante ausente, la pérdida de
un amigo.
Los cuatro
evolucionados son creativos y pueden ayudar a mitigar el dolor en los demás;
están comprometidos con la belleza y vida apasionada: nacimiento, sexo,
intensidad y muerte.
De su infancia, los
Cuatro recuerdan el abandono y como resultado sufren de un sentimiento de
carencia y de pérdida. Se quedan concentrados en el amor perdido, en el amor
imposible. Se deprimen con frecuencia. Algunos lo aceptan de forma fatalista,
permaneciendo en largos periodos de autoaislamiento, otros luchan contra la
depresión a través de una frenética hiperactividad, si bien los hay que pueden
profundizar en lado mas oscuro de las personas a través del arte. La melancolía
crea una atmósfera de dulce lamento, haciendo que los cuatro se sientan
intensamente vivos en estos cambios emocionales.
Se mantienen a una
distancia segura, no muy lejos para que la nostalgia familiar no se convierta
en desesperación. Tiene miedo a ser nuevamente abandonado. Están en la
comparación. "Aquel tiene algo que a mi me falta". Buscan seres
poderosos para emparejarse, gente protectora. Tienden a despreciar a quien les
ama ya que sienten: "Qué poco vale esa persona que me aprecia, siendo como
soy tan poco valiosa". Carencia, necesidad de ser llenado con algo de
fuera. Están en la queja. Rasgos físicos, marcado entrecejo, falta de volumen
corporal, imagen original, cara de bruja. Atraen el amor necesitando más.
"Se echa al suelo para que le levanten". "Intentos de suicidio
para llamar la atención". Nunca están conformes con su pareja. Intentan
ampliar su cultura y conocimientos para emular a los otros, llegando a ser muy
refinados o artísticos. No se conforman con ser como el otro, además quieren
cortarle la cabeza.
Hay cierta relación
con las maneras homosexuales. Son celosos "Si me quieren, no valen lo
suficiente.
Son además, críticos y
mordaces
5. LA AVARICIA. El
Observador. La Negación
El 5 tiende a
retenerlo todo para si. tras haber construido con esfuerzo su patrimonio
intelectual y su mundo personal, no está dispuesto a privarse de lo que tiene o
de lo que sabe por miedo a empobrecerse. La avaricia se manifiesta en distintos
contextos: en el ámbito intelectual como tendencia a
no comunicar los
propios conocimientos e intuiciones; en el ámbito afectivo, como inclinación a
no compartir los sentimientos y a mantenerse emotivamente distante; en el
ámbito social como resistencia a implicarse y a emplear el tiempo en cosas
superficiales; en el ámbito material, como apego excesivo a las cosas queridas.
Las modalidades
concretas en que puede expresarse la avaricia son las siguientes:
- La autonomía: el 5
tiene una especial necesidad de exclusividad e independencia, posee una gran
capacidad de supervivencia y manifiesta un estilo de vida austero.
- Acumular
conocimientos: esta personalidad se distingue por su especial predilección por
ampliar su patrimonio intelectual mediante la reflexión y la discusión incluso
sobre conceptos abstractos y mediante la lectura de temas interesantes y
estimulantes.
- Distanciamiento
emotivo: esta tendencia se advierte en el limitado nivel de autoconciencia
emotiva, en la sensación de vulnerabilidad en la relación con las personas al
nivel de los sentimientos y en el miedo a la implicación afectiva y al
consiguiente peligro de dependencia.
- La huida de los
compromisos: el 5 se siente incomodo a la hora de asumir compromisos a largo
plazo, porque podrían privarle de la necesaria libertad e independencia. Puede
por ejemplo negarse al matrimonio porque le nacimiento de los hijos le exigiría
emplear un tiempo y unas energías que no esta dispuesto a sustraer a otras
esferas vitales de su existencia.
- Dejarlo para mas
tarde: Prefiere observar y pensar a actuar y tiende a diferir la acción y a
renunciar al propio protagonismo.
Mantiene una distancia
emocional con respecto a los demás. Protege su privacidad, no se conecta. Se
siente agobiado por los compromisos y las necesidades de los demás. Se aísla de
los sentimientos, de las personas y de las cosas.
Los cinco
evolucionados pueden poseer excelente poder de decisión, pueden ser grandes
intelectuales y monjes.
Son personas tímidas,
cerradas e introvertidas, les gusta vivir aislados o solos, lejos de las
tensiones emocionales. A menudo desconecta el teléfono y están apartados en los
grupos.
De niños, los Cinco se
sintieron invadidos, por lo que guardan su espacio y su privacidad. El mundo
exterior es percibido como invasivo y peligroso, así que se conforman con lo
poco que tienen antes de arriesgarse a salir de casa. Y lo que tienen es gran
imaginación y gran capacidad de pensamiento.
Encontrarán formas de
evitar el contacto. Viven su propia vida como espectadores, intentando no
involucrarse. Sienten gran necesidad de afecto pero se ven paralizados para
acercarse por lo que vive desconectado de sus emociones creando un enlace
mental con el mundo. Son los sabios solitarios.
Avaricia de Tiempo o
de energía (no sólo de dinero). Es un cerrarse para no dar. "Si doy lo
poco que tengo, me quedo sin nada". Se cansa de la vida social pero en su
retiro goza de cada relación con el recuerdo. Se siente carente, retiene lo que
posee. Agrede mediante la retirada del cariño. Prefiere estar libre de
obligaciones, huye del compromiso. Prefiere confiar en sí mismo. Se guardan lo
que sienten, no lloran fácilmente. Tienen problemas sociales de comportamiento.
Se amuralla para no ser invadido. Sin movimiento, como catatónicos. Desconecta
del otro a través del desconectar de sí. Orden intelectual.
Inaccesible. Se siente
atrapado por todo.
6. LA COBARDIA. El que
duda
El pecado radical del
6 es el miedo, un sentimiento que surge cuando se prevé una amenaza y que puede
deberse a causas externas o internas. La amenaza o la sensación de peligro
puede ser real o imaginaria y puede guardar relación con realidades presentes o
futuras. El 6 es un especialista en idear escenarios catastróficos y es
prisionero de sus propias trampas mentales.
Los miedos que le
torturan tienen diversos nombres: miedo al cambio, miedo a equivocarse, miedo a
lo desconocido, miedo a la soledad, miedo a la critica, a la hostilidad, al
engaño o a la traición.
Frente a estos miedos,
encuentra seguridad y refugio en la autoridad externa y en aquellas
instituciones que representan puntos firmes de referencia para su acción. Los
sufíes definieron a la Iglesia Católica como una iglesia constituida por tipos
6 pensaban efectivamente que el sistema romano se basaba excesivamente en el
temor y y había llevado a muchas personas a tener miedo de Dios, del clero, de
los pecados mortales, de sí mismos y de su propio cuerpo. Especialmente en el
periodo que precedió al Vaticano II, la Iglesia a través de la fidelidad y la
obediencia a sus verdades absolutas e indiscutibles, se presentó como un lugar
ideal para las personas inseguras.
El miedo de los 6
puede asumir diversas manifestaciones:
- La incertidumbre
crónica: el 6 vacila, no porque esté confuso acerca de las tareas que debe
realizar, sino porque cuestiona sus propias capacidades. A enudo carecen de
confianza personal, dudan de sí mismas, vacilan a la hora de tomar
decisiones y tienden a recoger constantemente nuevas informaciones para no
correr el peligro de equivocarse.
- La dependencia: La
recuperación de la seguridad personal se produce a través de la fiel
observancia de reglas y normas y la obediencia a la autoridad, mientras que las
situaciones no estructuradas provocan ansiedad.
- La sospecha: El 6 no
se fía fácilmente de las personas y tiende a dudar de las intenciones de los
demás.
Presta atención a
dudar de las intenciones de los demás. Presta atención a los mensajes verbales
y no verbales o a los significados ocultos, desconfía y critica quien
transgrede y esta siempre atento a prevenir eventuales peligros.
- La intolerancia ante
la ambigüedad: esta personalidad tiene necesidad de claridad, de llamar a las
cosas por su nombre y no soporta la idea de la ambigüedad, por eso puede
mostrarse rígido e inflexible frente a
aspectos o
interpretaciones de la verdad que no coinciden con la suya propia o que le
parecen dudosas y ambivalentes.
- La búsqueda de
amistad: el 6 evita el peligro de ser rechazado promoviendo una imagen positiva
de si a través de la hospitalidad, la afabilidad y la amabilidad a veces
pecando de obsequioso o exageradamente fiel.
Temeroso, obediente,
lleno de dudas. El pensar sustituye al hacer, teme hacerlo por temor de ser
atacado al exponerse. Es leal a la causa, vacila, se siente perseguido y se
rinde cuando le acorralan. Al sentirse acorralado sale a enfrentar el terror de
forma agresiva.
Los seis mas
trabajados pueden ser excelentes miembros de un equipo, soldados leales y
buenos amigos. Trabajan en una causa de la misma manera que otros trabajan para
su beneficio personal.
Los Seis, de jóvenes,
recuerdan haber temido a las personas que tenían poder sobre ellas y haber sido
incapaces de actuar por sí mismos. Para aliviar esta inseguridad tratan de
encontrar una figura protectora sólida o ir en contra de la autoridad. Brindan
lealtad a una institución protectora como la Iglesia, una empresa.. Son en
extremo leales, encuentran en el grupo su identidad y su seguridad. La duda,
incapacidad para decidir, miedo al castigo. Su vacilación deriva de su
inseguridad.
Son paranoicos, se
sienten vigilados. Son bastante tímidos, depende del subtipo (6-belleza,
6-Fuerza o 6- conservación). Lucha contra el miedo. Obediente con los de
arriba, autoritario con los de abajo. Necesita
apoyarse en otro,
busca la alianza por temor a la propia indefensión. Tendencia a controlar sin
permitirse el instinto o la intuición. Los hombres Seis tuvieron problemas con
el padre. Tienen un nivel muy alto de culpa. Una vez tomada una decisión, aún
continúan con la duda. Los Seis Fuerza necesitan demostrar su poder en
cualquier situación para prever que nadie se le vuelva en contra, por miedo.
7. LA GULA. El
epicúreo. El escapista
El pecado de los
"7" es la destemplanza. No se trata solo de una avidez limitado a los
pecados de la gula, sino de una inclinación general al exceso y a la inmoderación.
El Peligro esta en
idolatrar el placer, un peligro especialmente presenta en la actual sociedad
del bienestar, que alimenta la cultura de la gratificación y de la satisfacción
inmediata de deseos y apetitos diversos. El pecado de destemplanza puede
expresarse a nivel cultural, en la necesidad de asistir a
cursos, de vivir
nuevas experiencias, de hacer viaje. A nivel físico en la necesidad de
satisfacer al cuerpo con los placeres de la cocina y del sexo. A nivel social
en la exigencia de establecer nuevos contactos, conocerá otras personas y
vivir nuevas e interesantes aventuras. Si el 4 tiende a jijarse en sus
carencias, el 7 considera que nunca ha experimentado lo suficiente. La
tendencia a excederse puede manifestarse de las siguientes maneras:
- El permisivismo:
orientación instintiva a satisfacer las propias necesidades concediéndose la
libertad de obrar de acuerdo con el deseo del momento.
- El narcisismo: amor
desmesurado a uno mismo, que puede traducirse en el exhibicionismo y el protagonismo
o en la necesidad de aparecer como superior a los demás intelectual o
socialmente.
- La seducción: el 7
puede valerse de su encanto social para resultar agradable y ganarse la
benevolencia, el apoyo y la admiración de los demás.
- La falta de perseverancia:
el entusiasmo demostrado ante los estímulos y las novedades se traduce en
abandono frente a las dificultades, a menudo los 7 escurren el bulto cuando hay
que sacrificarse, ser tenaces y seguir adelante.
- La rebelión: se da
en el 7 una actitud de oposición a la autoridad, especialmente cuando esta
puede turbar su optimismo o ejercer algún tipo de control sobre su libertad y
su imaginación.
Locuaz seductor, busca
el placer, evita el dolor. Gastrónomo, simpático, aventurero pero evasivo del
compromiso y de los límites. Abierto, compañero divertido, no termina lo que
empieza, hace planes pero no los ejecuta. Vende su proyecto pero embauca a
otros para que lo realicen.
Los buenos sietes
pueden ser buenos teóricos, renacentistas, elegantes y amables.
Los Siete en su
infancia eludieron el miedo escapando por medio de las infinitas posibilidades
de la imaginación. Suele haber un padre al que se han revelado. Se acercan a
las personas para tratar de atraerlas y desarmarlas con su encanto. Adictos a
la planificación y a la diversión. Confunde los proyectos con la realidad es un
soñador un fantasioso. No tienen límites y sientes que la vida tampoco los
tiene.
Ansia de satisfacción.
Búsqueda del placer, que es una huida del dolor. Complacientes. Capacidad
verbal extrema, charlatán. Vendedor, embaucador, tramposo, encantador, poder de
persuasión. "No hay . La vida es juego. Son bastante payasos y les importa
la popularidad. Utiliza la astucia, es listo. Es generoso, nunca renuncia a
nada, es dulce. Su lema es "más y . Tipo gozador. Es narcisista, posee
gustos exquisitos y una atracción por las experiencias cumbre. Rehúsa el
compromiso o si lo hace no suele cumplir, y aunque parece poco fiable suele ser
muy responsable en el trabajo y lo hace con gusto.
Es optimista y siempre
ve abiertas futuras posibilidades de éxito.
8. LA LUJURIA. El
mandón
El pecado original del
jefe es la arrogancia y/o la lujuria. Ambas tendencias nacen de la pasionalidad
y en el exceso. La lujuria es el deseo vehemente de placeres carnales. La arrogancia
es la pretensión de estar en la verdad, de imponérsela a los demás o de
afirmarla sin amor. Aun manteniendo abiertas ambas tendencias, tomaremos en
consideración especial la arrogancia como expresión de poder que puede
manifestarse de los siguientes modos.
- El control:
exigencia de dominar las situaciones, vencer en una competición, imponerse en
un enfrentamiento directo, hacer respetar el propio espacio y las propias
opiniones.
- El predominio de la
acción: la identidad de esta personalidad esta vinculada a la acción y a los
resultados concretos, con el peligro de descuidar o infravalorar la importancia
de los sentimientos en las relaciones.
- El sarcasmo: a veces
el 8 puede recurrir a actitudes punitivas para hacer valer su superioridad como
el sarcasmo, la ironía, la intimidación y la humillación.
- La contestación:
frente a las fuerzas que obstaculizan su voluntad y sus convicciones, el 8
puede oponer resistencia rechazando la colaboración, provocando el conflicto,
denunciando la injusticia y asumiendo una actitud rebelde.
- La intensidad: la
determinación y la aparente seguridad del 8 puede significar falta de
sensibilidad a su propio mundo afectivo, inclinación a enmascarar su
vulnerabilidad y falta de respeto para con la dignidad y el valor del otro.
Tiene que tener el
control. Hace demostraciones de fuerza, le encantan las luchas de poder y los
enfrentamientos. Forma de vida excesiva: demasiadas cosas, sexo, trasnochador,
ruidoso. Da la cara por sí mismo y por sus amigos, combativo, extremadamente
protector.
Los Ocho evolucionados
son excelentes líderes, poderosos. Tratan de proteger a sus amistades de
cualquier peligro. Los Ocho describen una infancia combativa donde los fuertes
eran los respetados y los débiles no lo eran. La sólida coraza del Ocho protege
el corazón de un niño dependiente, prematuramente expuesto a
circunstancias adversas. Para protegerse captan de inmediato las intenciones
negativas de los demás. Encuentran su identidad como justicieros,
enorgulleciéndose de su deseo de defender a los débiles. Su asunto principal es
saber quien tiene el poder para ejercer su propio poder sobre la situación y
mantener el control. Si los ocho se encuentran en una posición subordinada,
minimizarán el hecho de que la autoridad posee control sobre su comportamiento
y abusarán de los límites y de la interpretación de las
reglas, hasta tener
claro cuales serán las consecuencias. El Ocho siempre considera que la verdad
siempre surge durante una riña. Los ochos no permiten que se cuestione su propia
opinión. En lugar de buscar alianzas o acuerdos, su estrategia es la total
usurpación del poder. El modo de liberar la sobrecarga de energía que tienen
consiste en excederse, crear problemas, interfiriendo en la vida de sus
amistades, excederse con la comida, el sexo o las sustancias.
Intensidad sin medida.
rebeldía. No sienten culpa ni miedo. Primitivos pero no rencor, pena o
vergüenza.
Posesivos, celosos,
agresivos, competitivos. Llevan la verdad hasta el escándalo . Gusto por los
peligros, temerarios, niega las normas sociales, intolerancia a la frustración.
Son la pura acción. No pide para no arriesgarse a una negativa, lo arrebatan.
Atropelladores Rechaza la autoridad, rompe con todo obstáculo que le impida
realizar sus deseos. No aparece por los psiquiatras.
9. LA PEREZA. El
mediador
La pereza es el pecado
capital del 9 que tiene el peligro de abandonarse a la inactividad y dejar para
mañana lo que tendría que hacer hoy, o de dejarse influir por el humor del
momento o por las decisiones de los demás. Los pecados del 9 son por
"omisión" y tienen que ver con cosas que no se han hecho, con
oportunidades que se han perdido y con cualidades que se han reprimido y se han
mantenido ocultas.
Prefiere dejar a
otros, evitando los conflictos y no afrontando los problemas. La pereza puede
asumir las siguientes manifestaciones:
- La resistencia al
cambio: predilección por las cosas habituales y rutinarias, agresividad pasiva,
tendencia a la resignación.
- El olvido de si
mismo: dificultades para la introspección y para la conciencia de las propias
necesidades, renuncia a los deseos para responder a las e expectativas ajenas,
tendencia a desacreditarse, necesidad de pasar inadvertido.
- La compensación:
tendencia a colmar la inercia mediante actividades compensatorias, como la
dependencia del alcohol, de la comida, de la televisión, de la lectura o de un
hobby. Trata de narcotizarse para no enfrentar las situaciones difíciles.
- La distracción:
inclinación a despilfarrar las energías en intereses del momento, sin objetivos
de fondo hacia los que orientar el propio esfuerzo.
- Intensidad a través
de las pertenencias: La imagen que el 9 tiene de si mismo está mediatizada por
sus contextos de pertenencia, como la familia, el ambiente de trabajo o el
grupo de amistades, que contribuyen a definir las funciones y la identidad. Y
sobre todo está la búsqueda de fusión con la pareja para compensar la débil
identidad personal.
Obsesivamente
ambivalente, ve todos los puntos de vista. Conoce las necesidades de los demás
mejor que las propias; agradable, manifiesta la ira en formas indirectas. Los
nueve evolucionados pueden ser xcelentes pacifistas, consejeros, negociadores.
Los Nueve fueron niños que se sintieron ignorados durante su infancia, no se
sentían escuchados y las necesidades de los demás eran más importantes que las
propias. Se adormecieron y olvidaron sus verdaderos deseos procurándose
pequeñas comodidades y sustitutos para el amor. Aprendieron a anestesiarse y a
olvidarse de sí mismos al darse cuenta de que sus prioridades probablemente no
serían consideradas. Pierden el contacto con lo que quieren al fusionarse con
los deseos de los demás. Tienen dificultad en decir que no y sienten que al
entablar una relación ni siquiera se han preguntado su necesidad sino la del
otro. Se encarga de mantener la paz, de mediar, de estar de acuerdo con los
otros. No discuten nada, enseguida resumen la opinión ajena. Son lentos
se pierden en los detalles y dan rodeos. No llegan al grano de la cuestión. Sin
embargo toda esa tolerancia guarda dentro de ellos un volcán de rabia a punto
de erupción. Contienen la ira pero la expresan como terquedad o agresión pasiva.
Es un adormecimiento
psíquico, no quieren ver ni trabajarse. Pereza de ser, de sentir su interior,
Pereza a la intensidad. Su depresión es resignada. excesivo conformismo.
Aspecto sano, como el campesino satisfecho, Sancho Panza. Tapan la realidad
para no enfrentar el dolor. " La vida es simple, no sé porqué la gente se
complica". Ni siquiera se da cuenta que sufre, está narcotizado. Se suele
evadir a través del hacer cualquier cosa inútil. Aparenta no tener problemas,
si bien va experimentando un empobrecimiento.
Adopta valores del
entorno.